El domingo 19 de octubre de 2025, Max Verstappen convirtió la pole en victoria en el Circuit of the Americas y firmó su quinto triunfo del año. Ganó con un margen de 7.959 segundos sobre Lando Norris, con Charles Leclerc en tercer lugar. El tiempo total de carrera fue 1:34:00.161. Con este resultado quedó a 40 puntos del líder del campeonato, Oscar Piastri, y reactivó la lucha por el título en el cierre de temporada.
El fin de semana incluyó un sábado accidentado. En la Sprint, los McLaren de Piastri y Norris chocaron entre sí y Verstappen se llevó la victoria corta. Ese episodio impactó el ánimo del equipo y marcó la conversación del paddock al llegar al domingo.
Austin premió la gestión del desgaste. Toda la parrilla optó por una sola parada y Verstappen remató con neumáticos blandos que supo administrar en los últimos giros para sostener una ventaja constante sobre Norris. La mayoría partió con compuestos medios, con excepciones como Leclerc en blandos y otros como Ocon, Albon y Hadjar en duros. La estrategia de un solo pit stop fue la pauta dominante y coincidió con las proyecciones de Pirelli, que indicaban esa ventana como la más eficiente por temperatura y evolución del asfalto.
El primer stint fue el elemento decisivo. Verstappen se despegó cuando los neumáticos alcanzaron la temperatura ideal y ya no soltó el liderato ni durante la secuencia de paradas. Norris, tras superar a Leclerc en pista, gestionó los límites del circuito y el estado de sus gomas para consolidar el segundo lugar. Ferrari sumó con Leclerc tercero y con Lewis Hamilton cuarto pese a un susto final por un posible pinchazo. Piastri concluyó un fin de semana complejo con un quinto puesto que limitó daños.
Oscar Piastri lidera la tabla con 346 puntos, seguido por Lando Norris con 332 y Max Verstappen con 306. Es la tercera victoria de Verstappen en las últimas cuatro carreras, dato que refuerza su impulso en la fase final.
En constructores, McLaren encabeza con 678 puntos. Mercedes es segundo con 341, Ferrari tercero con 334 y Red Bull cuarto con 331. Las cifras reflejan la consistencia del equipo de Woking a lo largo del año y explican por qué la lucha de pilotos se ha cerrado sin alterar el liderazgo por equipos.
La clave no fue la vuelta rápida, sino la administración del primer stint para abrir margen y luego proteger el compuesto blando hasta el final. El neerlandés suele aprovechar radios de giro más cortos y rotación temprana para priorizar tracción, un estilo que ofrece ventaja en condiciones de viento cruzado o agarre variable. Las piezas de análisis técnico lo han destacado durante toda la temporada y en Austin volvió a quedar expuesto.
El otro factor fue la ejecución operativa. Red Bull acertó en el momento de parada y evitó entrar en la zona de riesgo de undercuts o una segunda detención innecesaria. Aunque el RB21 no ha sido el coche más dominante del año, en manos de Verstappen y con aire limpio volvió a ser suficiente para controlar.
El MCL39 sigue siendo referencia en ritmo puro. Lo que complica al equipo es la convivencia de dos aspirantes al título dentro del mismo garaje. El roce de la Sprint en Austin se suma a episodios recientes en Singapur y Canadá que ya habían encendido alertas. La capacidad de neutralidad en la toma de decisiones internas será tan determinante como cualquier mejora aerodinámica.
A pesar de la tensión, McLaren sumó fuerte en Texas y mantiene el liderato en ambos campeonatos. La solidez de su paquete técnico y la calidad de sus dos pilotos mantienen el techo competitivo más alto del año.
Ferrari salió de Austin con podio de Leclerc y un cuarto lugar trabajado de Hamilton. Es una cosecha que lo mantiene en la lucha por el subcampeonato de constructores. Mercedes se sostiene en el segundo puesto gracias a la consistencia de la temporada, con George Russell como generador estable de puntos. Russell finalizó sexto y permitió contener el avance de Red Bull.
Adrian Newey ya trabaja en Aston Martin desde marzo de 2025 con la mirada puesta en la normativa de 2026. Jonathan Wheatley, histórico de Red Bull, asumió en Sauber en su transición hacia Audi con el objetivo de trasladar procesos y cultura de alto rendimiento. Son movimientos que, aunque no afectan directamente el campeonato actual, ya condicionan el tablero técnico del próximo ciclo.
Primero. Verstappen mostró control integral del fin de semana: pole, salida limpia, primer stint dominante y gestión final impecable. Así se recorta un déficit de 40 puntos.
Segundo. McLaren mantiene el coche más fuerte del año, pero su reto es la convivencia interna. Cada error o roce entre sus pilotos se convierte en ventaja directa para Verstappen.
Tercero. La lectura estratégica fue precisa. Una parada, extensión del compuesto medio y remate con blandos. El que estiró sin degradación cobró.
Cuarto. El orden de constructores se consolidó: McLaren arriba, Mercedes y Ferrari en lucha directa y Red Bull dependiendo casi exclusivamente del efecto Verstappen.
Austin no fue simplemente una victoria más.
Verstappen convirtió un margen corto en una demostración de control estratégico. McLaren mantiene el mejor paquete del año, pero su equilibrio interno será decisivo en el desenlace del campeonato. Ferrari y Mercedes siguen sumando de forma estable y, en el plano externo, los movimientos de figuras técnicas como Newey y Wheatley ya empiezan a moldear la Fórmula 1 del próximo ciclo.
Las próximas carreras presentan variables de altitud, temperatura y ventanas de estrategia delicadas. Si Austin es el modelo, la diferencia se definirá en el primer stint, en la parada ejecutada en la vuelta exacta y en la capacidad de cada piloto para convertir curvas en rectas con el menor desgaste posible. Hoy, ese arte volvió a tener dueño.