La selección lusa jugará la final de la UEFA Nations League tras un triunfo trabajado en Múnich, con su capitán como figura estelar.
En una noche cargada de tensión y protagonismo histórico, Portugal logró imponerse por 2-1 a Alemania en el Allianz Arena y aseguró su pase a la final de la UEFA Nations League. La selección dirigida por Roberto Martínez mostró determinación y capacidad de reacción, liderada nuevamente por su emblemático capitán Cristiano Ronaldo, quien definió el partido cuando más se le necesitaba. El próximo domingo, Portugal enfrentará al vencedor entre Francia y España en busca del título.
La semifinal comenzó con dificultades, ya que una fuerte tormenta acompañada de granizo y viento en Múnich retrasó el inicio casi diez minutos. A pesar de las condiciones climáticas adversas, más de 65 mil espectadores se congregaron en el estadio para presenciar un choque entre dos potencias europeas con ambiciones claras de conseguir la victoria.
Desde el inicio, Alemania tomó la iniciativa y exhibió un juego más sólido y ofensivo. El conjunto dirigido por Julian Nagelsmann dominó en posesión y generó las primeras oportunidades claras. Leon Goretzka y Nick Woltemade exigieron al portero portugués Diogo Costa, quien respondió con acierto. Portugal, por su parte, apenas inquietó con intentos aislados y poco efectivos, incluidos remates discretos de Ronaldo y aproximaciones superficiales que no llegaron a inquietar a Marc-André ter Stegen.
Tras el descanso, el partido adquirió mayor intensidad. A los 48 minutos, Joshua Kimmich, en su centésimo partido internacional, filtró un pase perfecto que Florian Wirtz remató de cabeza con precisión, estableciendo el 1-0 para los locales. Aunque el gol generó polémica por un supuesto bloqueo a Rúben Dias, la revisión del VAR confirmó la anotación, dejando a Alemania momentáneamente al mando del encuentro.
Sin embargo, Portugal reaccionó de inmediato con decisiones tácticas acertadas desde el banquillo. Roberto Martínez introdujo cambios clave con Francisco Conceição, Vitinha y Nélson Semedo. Conceição, particularmente inspirado, cambió el rumbo del juego con su ingreso. A los 63 minutos, el joven atacante recogió un balón cerca de la banda derecha, avanzó al centro y lanzó un disparo con efecto que dejó sin reacción a ter Stegen, logrando así el empate.
Apenas cinco minutos más tarde, la remontada portuguesa se concretó. Nuno Mendes avanzó con determinación por el sector izquierdo y envió un pase preciso al área alemana, donde Cristiano Ronaldo apareció sin marca para definir cómodamente. Este fue el gol número 137 en la carrera internacional del portugués, consolidando aún más su legado histórico en el fútbol mundial.
Con la ventaja asegurada, Portugal ajustó su estrategia hacia un enfoque más defensivo y contragolpes rápidos. Alemania, en contraste, se lanzó al ataque en busca del empate, pero sin claridad suficiente. Karim Adeyemi estuvo cerca de igualar al minuto 82, pero su disparo impactó el poste. Antes, Marc-André ter Stegen evitó que Portugal aumentara su ventaja con destacadas intervenciones ante Diogo Jota y Conceição.
El cierre del partido fue tenso y áspero, con numerosas faltas y tarjetas amarillas en ambos bandos. Cristiano Ronaldo fue sustituido en los últimos minutos entre aplausos, reconocimientos que vinieron incluso desde las gradas alemanas.
Al sonar el pitazo final, la victoria portuguesa dejó múltiples lecturas. Por un lado, se destacó la capacidad del equipo para superar momentos difíciles y realizar ajustes tácticos eficaces sobre la marcha. Por otro, Alemania quedó nuevamente expuesta por su incapacidad para gestionar la ventaja y responder con contundencia cuando la situación lo requería.
Este resultado trasciende el mero pase a la final; marca un hito significativo al romper una sequía de 25 años sin triunfos lusos en territorio alemán. Además, tiene un significado especial por el protagonismo de Francisco Conceição, hijo de Sérgio Conceição, quien había anotado tres goles en la última victoria portuguesa sobre Alemania en el año 2000.
Tácticamente, Roberto Martínez sale reforzado tras tomar decisiones determinantes desde el banco. Su capacidad para gestionar recursos y adaptarse a situaciones adversas resultó fundamental. Jugadores como Bruno Fernandes, Nuno Mendes y Vitinha también aportaron equilibrio y ritmo necesarios para asegurar la victoria.
En cambio, Alemania sale del partido con preguntas incómodas sobre su futuro competitivo. A pesar del talento joven, el equipo de Nagelsmann aún no logra consolidar un liderazgo efectivo ni adaptar sus esquemas tácticos a situaciones cambiantes del juego. Con la próxima Eurocopa en el horizonte, deberán reaccionar rápidamente para evitar nuevos tropiezos.
Portugal avanza con optimismo a la final del domingo, respaldada por la experiencia, la profundidad de su plantilla y un líder natural como Cristiano Ronaldo, que continúa demostrando que su historia aún no está completamente escrita.
