River Plate se impuso 2-1 a Boca Juniors en el Estadio Más Monumental, por la fecha 15 del Torneo Apertura 2025. El Superclásico, como es habitual, paralizó al país futbolero y llegó cargado de expectativa, con ambos equipos buscando afirmarse en lo más alto de sus respectivas zonas del campeonato.
El encuentro estuvo rodeado de una atmósfera especial. Más de 85.000 espectadores colmaron el renovado Más Monumental, batiendo un récord de concurrencia y creando un clima ensordecedor. Minutos antes del inicio, los capitanes de River y Boca se unieron en el círculo central para recordar al Papa Francisco, fallecido el lunes 21 de abril a los 88 años, en un sentido minuto de silencio seguido de una ovación emotiva por parte de todo el estadio. Este homenaje llenó de emotividad la previa del partido antes de que la pelota comenzara a rodar.
Desde el pitazo inicial, River impuso condiciones con presión alta y control del balón, ante un Boca replegado que apostaba al contragolpe. La superioridad local pronto se tradujo en peligro: a los 25 minutos, el juvenil Franco Mastantuono, de apenas 17 años, abrió el marcador con un golazo de tiro libre. El zurdo sacó un remate potente y colocado desde casi 30 metros que se clavó en el ángulo del arco defendido por Agustín Marchesín, desatando el primer grito de la tarde.
Con el 1-0 a favor, el conjunto millonario mantuvo la intensidad. Por momentos arrinconó a su rival con sucesivos ataques: Enzo Pérez recuperó un balón en campo rival y habilitó a Sebastián Driussi, cuyo derechazo fue desviado por Marchesín; del córner siguiente, un cabezazo de Germán Pezzella obligó otra gran atajada del arquero xeneize. River no lograba aumentar la diferencia a pesar de su dominio, y esa falta de eficacia le costó caro.
Cuando el primer tiempo se encaminaba al cierre, Boca encontró el empate inesperadamente. A los 38 minutos, un pelotazo frontal desde la defensa xeneize derivó en un error de cálculo de Pezzella, que no logró rechazar correctamente. Miguel Merentiel aprovechó la desatención: el delantero uruguayo le ganó la espalda a la zaga y, mano a mano con Franco Armani, definió con un remate cruzado para el 1-1 transitorio. El gol cayó como un baldazo de agua fría para la multitud local, pero River reaccionó antes del descanso.
En el tiempo añadido de la primera mitad, el millonario recuperó la ventaja merecida. Sobre el filo del entretiempo (43′), Marcos Acuña envió un centro desde la izquierda que encontró a Driussi en el área. El cabezazo del delantero fue contenido a medias por Marchesín, quien dejó un rebote corto que el propio Driussi capitalizó, empujando el balón al fondo de la red para el 2-1. Con ese tanto agónico, el equipo de Núñez se fue al vestuario en ventaja, reflejando en el marcador lo que había mostrado en el juego.
En el complemento, Boca adelantó sus líneas en busca de la igualdad, mientras River bajó la intensidad inicial y apostó a salir de contra. El desarrollo se volvió más parejo, con el visitante arriesgando un poco más. Aun así, las oportunidades más claras no tardaron en llegar y expusieron algunos errores defensivos xeneizes. Al minuto 59, Mastantuono quedó mano a mano tras un grave fallo en la última línea de Boca: el juvenil encaró en un 2 contra 1 luego de un mal despeje rival, pero definió desviado, desperdiciando la chance de estirar la ventaja cuando también tenía opción de pase a un compañero.
Boca, herido en su orgullo, generó sus ocasiones principalmente por las bandas. Exequiel Zeballos estuvo cerca de empatar a los 70’ con un derechazo cruzado desde la derecha que pasó muy cerca del poste izquierdo de Armani. Sobre el final, el dominio territorial fue xeneize, llevando al local a refugiarse atrás. River sufrió los últimos embates aéreos de su rival y allí emergió la figura de Franco Armani. En los instantes finales, un centro de Marcelo Saracchi encontró el cabezazo franco del defensor Ayrton Costa, que tenía destino de gol, pero el arquero millonario voló para desviar el balón al córner y ahogar el empate visitante. Gracias a esa intervención salvadora de su guardameta, River logró sostener el 2-1 en el marcador hasta el pitazo final. El alivio se hizo sentir en las tribunas: tras un segundo tiempo de lucha y tensión, el Superclásico quedó en manos del equipo de la banda roja.
Tras el partido, Marcelo Gallardo se mostró exultante por el desempeño de sus dirigidos y por la importancia de la victoria en el clásico. «Siempre son disfrutables las victorias con Boca», aseguró el entrenador de River en la conferencia de prensa posterior, destacando la satisfacción especial que genera ganarle al eterno rival.
El Muñeco calificó la reciente seguidilla de partidos como muy positiva para el club: «Fue una semana redonda para nosotros», añadió, en alusión a los resultados obtenidos y a la alegría brindada a la afición millonaria.
En cuanto a la situación en el torneo, el triunfo le permite a River Plate alcanzar los 28 puntos y afirmarse en la tercera posición de la Zona B, igualado en unidades con Independiente (segundo, aunque con dos partidos menos). Boca Juniors, por su parte, pese a la derrota se mantiene como líder de la Zona A con 32 puntos, con dos de ventaja sobre Argentinos Juniors y con la clasificación a la fase final ya asegurada. Esta edición del Superclásico dejó a River más cerca en la tabla de su objetivo y le otorgó, además, la satisfacción de haber ganado el partido más importante del fútbol argentino.