Copa del Rey: Barça y Atleti firman un empate inolvidable.

Miércoles, 26 de Febrero de 2025

Por Enrique Rivera

Cuando pensábamos que ya lo habíamos visto todo en el fútbol, Barcelona y Atlético de Madrid nos regalaron un encuentro de esos que quedan marcados en la memoria. Un 4-4 lleno de dramatismo, donde no faltaron goles, emoción hasta la última jugada y un ambiente que prendió la noche en el Estadi Olímpic Lluís Companys. La ida de esta semifinal de Copa del Rey quedó abierta de par en par, y ahora todo se definirá en el Metropolitano.

El Atlético no esperó ni a que la gente terminara de sentarse.

Apenas corría el primer minuto cuando Julián Álvarez aprovechó un córner mal defendido y empujó el balón casi en la raya para el 0-1. La hinchada culé ni había terminado de asimilar el golpe, cuando al minuto 6, Antoine Griezmann se escapó por la banda tras una recuperación de pelota y la clavó en el rincón para firmar el 0-2. En solo seis minutos, la cosa pintaba fea para los dirigidos por Hansi Flick, que desde el banquillo miraba atónito cómo se tambaleaba su equipo.

Ferran Torres, titular en lugar de Robert Lewandowski, tuvo en sus botas el descuento con un mano a mano clarito, pero Juan Musso le ganó la partida. Parecía que el Barcelona no encontraba la brújula mientras Atlético, con su habitual garra y velocidad, olía sangre y seguía buscando más.

El despertar azulgrana

Sin embargo, la historia cambió a partir del minuto 19. El talento del juvenil Lamine Yamal empezó a pesar por la banda derecha, y gracias a una jugada suya, Jules Koundé encontró el hueco para darle la pelota a Pedri, que no perdonó y puso el 1-2. Eso cayó como un balde de agua fría en la defensa colchonera, y dos minutos más tarde (21’), otro córner cobrado con mucha clase por Raphinha terminó en un cabezazo de Pau Cubarsí. El muchacho se impuso en el área y la mandó a guardar para el 2-2.

De estar perdiendo 0-2 en menos de diez minutos, el Barça se sacudió los nervios y empezó a manejar mejor el balón en el mediocampo. Antes del descanso, llegó la remontada parcial: Iñigo Martínez, completamente solo, conectó de cabeza otro centro de Raphinha al 41’, y puso el 3-2. El Estadi Olímpic Lluís Companys explotó de júbilo, contento con la reacción del equipo tras un inicio tan flojo.

El segundo tiempo: más drama, goles y un final de locura.

Para la segunda mitad, Diego Simeone movió su banquillo: los ingresos de Samuel Lino, Reinildo y, más tarde, Alexander Sorloth y Ángel Correa le dieron otro aire al Atlético. Aunque Griezmann pudo empatar con un disparo peligroso que Wojciech Szczesny apenas logró desviar, el Barcelona continuó dominando la posesión. Hansi Flick decidió entonces meter a Lewandowski y a Gavi para refrescar el ataque y el mediocampo.

La jugada clave llegó al 74’: Lamine Yamal recibió la bola por la derecha, dejó regado a su marcador y metió un pase entre las piernas de Clément Lenglet. Para el “9” polaco, solo fue cuestión de empujarla al 4-2. El estadio explotó de emoción; el joven Yamal, con apenas 17 añitos, mostró la clase y descaro que tanto ilusionan a la afición blaugrana.

La garra del ‘Cholo’ no se apaga.

Cuando el Barcelona ya se relamía con la victoria, Marcos Llorente agarró un balón en la media luna del área y sacó un derechazo cruzado en el 84’ para marcar el 4-3. Quedaban pocos minutos, pero eso fue suficiente para enchufar de nuevo al Atlético. La defensa azulgrana empezó a ponerse nerviosa, y Szczesny tuvo que emplearse a fondo con un par de atajadas ante Correa.

En el tiempo añadido, el equipo rojiblanco demostró por qué está metido en la pelea de los primeros puestos de LaLiga: Samuel Lino avanzó como flecha por la banda izquierda, soltó el pase al centro y ahí apareció Alexander Sorloth para firmar su leyenda de “verdugo tardío” del Barça, sellando el 4-4 definitivo. Así, en cuestión de segundos, el Atlético se llevó un empate que sabe a victoria, teniendo en cuenta que llegaron a ir perdiendo por dos goles.

Todo abierto para la vuelta.

Con este 4-4, la semifinal queda en un punto perfecto de intriga para el duelo de vuelta, pactado para el 2 de abril en el Metropolitano. El Barça, que registró 3.59 goles esperados (xG) frente a 1.51 del Atlético, lamentará no haber mantenido la diferencia que logró en pleno éxtasis ofensivo. Del otro lado, el ‘Cholo’ Simeone se frota las manos: su equipo vuelve a demostrar esa personalidad que tantas alegrías le ha dado a la afición colchonera.

Por si fuera poco, este empate nos recuerda encuentros históricos entre ambos, como aquel 5-4 de 1997. Queda un segundo episodio que promete tener la misma o incluso mayor intensidad. Si así fue la ida, imagínense la revancha en el Metropolitano. Agárrense bien, porque la Copa del Rey está que arde.